Recorrido por el Pasillo de la Muerte.

Bueno, esta anecdota que cuento ahora me sucedio hace unos años, 8 años para ser exactos; en una gaceta mensual que adquieres en una sex - shop ubique una clinica para seropositivos por asi decirlo. yo sin animo de tomarlo a la ligera y algo esceptica con estos lugares aproveche para divisar la clinica  tecnicamente hablando. asi, encontre dicha clinica particular ubicada en Chilpancingo. la inscripcion en el muro rezaba: "casa comercial desde 1957". lo cual significaba que el local siempre habia sido un establecimiento medico popular. en fin, justo cuando yo me quede ahi parada, estupefacta. pues dicho sea de paso apenas conozco acerca del estilo de vida en estos grupos de presion de la sociedad. pasaban dos mujeres que  obvio eran pacientes del recinto: iban charlando, hasta que a una de ellas se le ocurrio trotar hacia la puerta del local. lo malo es que debido a la enfermedad algun breve impulso los puede dejar sin fuerzas, y la mujer se canso. asi, escupio un salivazo. yo, algo azorada y comenzando a sentir miedo me retire un poco. entre al lugar. pues habia en la sala una especie de venta de garage que consiste en muñecas artesanales estilo colonial, que tambien se pueden conseguir en un Sanborns pero este no es el caso. incluso tambien me di cuenta que tambien suelen frecuentar estos sitios los evangelistas, pastores episcopales u otras sectas religiosas, supongo que para darles animo; incluso me sorprendio que entre estos tipos de sectas acudieran tambien unos evangelicos norteamericanos pero de origen criollo: pues en ese tiempo yo ignoraba que hubiera criollos en otras culturas  caucásicas y aun mas en Estados Unidos..  lo digo pues esa vez iba pasando un evangelico de esta descripcion, el cual farfullaba algunas palabras en ingles con otros de sus acompañantes quienes al igual que el venian con una mochila negra y una biblia pequeña.  asi, ninguno de ellos reparo en que yo me encontraba ahi, en ese lugar.  tambien exponian ropa de marca, e incluso  mercancia que fuera pertenencias de los pacientes; que me entere por terceras personas segun donan y venden a otros centros, otras personas. dentro del establecimiento habian otras areas, separadas en aulas o edificios contiguos: los pacientes acuden a diversas modalidades y especialidades de salud en dichas clinicas, segun entendi. ( realmente, el centro lo divise de fuera apenas pues me quede en la antesala por cuestiones de seguridad y precaucion) a mano derecha estaba un cementerio, aunque he oido que en estos casos se creman primero los fallecidos y luego son sepultados, segun la voluntad de familiares. donde habia una inscripcion en una fachada que decia: "A nuestros compañeros caidos: 1982-". en alusion a los primeros brotes del VIH en el mundo. que relatan algunos especialistas  comenzo a gestarse en 1979. este verso me dejo pensando en la realidad que encierra dicha frase. luego, me entere que por lo regular los farmacos ademas de que cuestan una cantidad sustanciosa son envases voluminosos y de compuestos potentes.  la Kaletra es el farmaco que mas se conoce.  ademas de que en las oficinas cuentan con una nomina de los pacientes vigentes y otra de los que ya se dieron de alta.  asi, intente abordar a alguien del centro, no se si para calmar el nerviosismo o por casualidad pues por lo general no soy comunicativa con la gente. sin obtener respuesta alguna, sali del lugar. mientras, un medico del centro llevaba cargando a un chiquillo de unos 10 años, que se hallaba sedado por un farmaco y lo entregaba  a sus respectivos padres. luego, para mi sorpresa pues repito no hable con nadie una mujer que supongo era directiva en el centro se me quedo mirando: vestia de negro, y era criolla. aunque pude deducir por su aspecto que tambien recibia medicacion y era portadora. luego de hacerme una seña algo huraña, esquiva como si me preguntara de mala gana que hacia yo ahi: mas yo no le respondi. asi, la mujer se adentro en el lugar. con esto, me marche pues dentro del lugar ya se oian murmullos e incluso algunos pacientes comienzan a ponerse euforicos: tanto que algunos andan semi-desnudos por el lugar.  fin.