Una Breve Metáfora.

Este relato ocurrió un viernes, casi a la medianoche: me había levantado tarde y me hallaba hambrienta; asi, me habia decidido a buscar cena. había planeado acudir a una tienda que se hallaba a 4 cuadras adelante de mi domicilio. y pensaba comprar un pan dulce y yogur de fresa. aquella vez la tienda había cerrado temprano creo.  al cruzar dicha  calle, hay una vivienda  donde he oido habitan unos extranjeros de origen europeo. no se si neerlandes o de otra etnia germana. el caso es que tienen las mascotas tipicas y una parvada de gansos. esa vez habia mirado tras de la reja solo por curiosear; cuando apenas me  habia dado la vuelta, adverti que sobre la rejilla de la casa se hallaba posado un ave de fino plumaje, color azabache. apenas azorada y sin creerlo, pues en mi barrio, tan popular y apenas urbano no son comunes aves de dichas caracteristicas. el animal me miro casi con una mirada frivola y algo festiva. que yo no acerte a reaccionar. asi, de manera sorpresiva hablo: ". ¿Te puedo ayudar en algo? " fue lo que me alcanzo a susurrar  con un acento algo esmirriado, abigarrado: como  el que usan los extranjeros  nordicos o germanos al pronunciar el castellano.  yo, mas incredula  que nada, solo me aleje de dicho lugar con pasos agrestes.  asi, es la experiencia o fantasia ociosa  que aun no me  explico como o porque  dio cabida en mi mente que considero apenas esta entrando a la madurez. Otra experiencia  pero  esta vez real fue con un profesor particular de origen neerlandes que solia dar cursos a uno de mis primos, el cual asistia a un colegio de indole  europeo. solo recuerdo que en esa epoca tenia unos 13 años y  procuraba evitar un roce con el pues  aun me daba temor y desconfianza cierto tipo de gente.  pero tuve incidentalmente dos roces con el: una  vez fue cuando uno de los gansos que solia traer a sus cursos, que quizas eran sus mascotas se le ocurrio juguetear conmigo. yo me preste al leve juego del animal, y lo correteaba, festiva. cuando unos minutos adverti que se hallaba a mis espaldas dicho hombre. al voltear, solo me pidió un poco aprehensivo que no jugara con el animal.  la otra ocasión fue cuando con maniobras tipicas de mi adolescencia  extraje dinero de su tarjeta financiera, que es como un documento que portan casi todos los extranjeros. el profesor, que yo en mis momentos de buen humor y chanza le veia cierto parecido con un actor holandés llamado Fedja Van Huet y  con apariencia de unos 29 años  me dio un soberbio sermón que yo tuve que soportar con aplomo, aunque por dentro apenas podía contenerme de no reir ante una coincidencia tan chusca.  en fin, son las experiencias que  cuento ahora. dkma.

Comentarios

Entradas populares